Basta repasar lo que fue el capítulo número 2 de Corrincho para comprobarlo. Eso sí, el que se lo perdió... no tiene derecho a reclamo.
Porque la velada comenzó sin términos medios.
Muy cerquita de las 10 de la noche, Sonia Budassi tiró la primera piedra poniéndole voz y sentimiento a un texto esculpido por Alejandra Laurencich.
Hubo silencio. Y el clima entre melancólico y tenso que propuso el gran Leandro Rudak desde el cello.
Después fue el turno de Alejandra Laurencich, que le prestó aplomo y resignación a la trama gris que propuso Juan Marcos Almada.
Hubo un descanso. Merecido, claro. Las palabras habían dejado mucho que pensar.
Y el público presente –que creció a lo largo de la noche minuto a minuto– necesito aire, alimento y bebida para continuar.
A los pocos minutos, Juan Marcos Almada se mezcló entre los tics, las canciones, y la visión de una Buenos Aires al borde del abismo. O directamente siendo abismo, que detalla Ricardo Romero en lo que será su próxima novela.
Para el final, el mismo Ricardo Romero tomó a su cargo un drama de Sonia Budassi teñido de uniformes blancos y cavilaciones que bordean la desesperación.
Acallados los textos, el mundo volvió a moverse. Y hubo risas, abrazos, hombres y mujeres que en muchos casos tuvieron que sentarse en el piso porque la capacidad de la casita dijo basta.
Se despertaron las charlas con los invitados, la interacción con muchos de los escritores que se acercaron a escuchar; a ver de qué se trata toda esta cosa llamada Corrincho.
Hasta pudo volver el gato del Pacha–oficialmente, porque más de una vez logró sortear los controles- , que en esta ocasión tuvo que contentarse con escuchar las lecturas desde el patio.
Por encima de todos, quedó la alegría de otro deber cumplido. La satisfacción de haber sido partícipes de un momento único. Efímero, sí, pero ¿quién dice que no se pueda repetir?
De ahí que, amigos, no nos pierdan de vista: ya estamos preparando lo que será el capítulo 3 de esta bonita historia...
Corrincho 2 también dejó postales. Todas, en esta ocasión, obra y gentileza de Mica Hernández:
Sonia Budassi, al momento de darle vida al texto de Alejandra Laurencich.
Alejandra Laurencich despliega el telón introspectivo que proponen las palabras de Juan Marcos Almada.
Juan Marcos Almada, descifrando los pasadizos pensados por Ricardo Romero entre reflexiones, búsquedas y estrofas que hasta tuvieron su canto.
Yo me di una vuelta y la verdad que había mucha mucha alegría!!!
ResponderEliminarGrosso escuchar a los escritores, y ver que también estaba todo el resto del Quinteto de la Muerte, Ronsino, Pandolfelli etc
Me mató el gato que se mandaba cada tanto, maullando como si hablara jajajajaja
Abrazo, gente.
Gran ciclo, gran clima el jueves pasado en el Pacha. Corrincho promete aún más.
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